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Patologias del nuevo milenio

FOBIA SOCIAL

 

Las fobias no son miedos comunes o simples preocupaciones. Las fobias son miedos irracionales, incontrolables y desproporcionados. Estos pueden suceder frente a objetos, situaciones o personas diversos.

Muchas personas experimentan fobias específicas, miedos intensos e irracionales a ciertas cosas o situaciones. Las mismas, atacan a más de una de cada diez personas  y que son más comunes en las mujeres. Generalmente, aparecen primero en la adolescencia o en la edad adulta.

Asimismo, existen muchos tipos de fobias rerlacionadas a los animales, al encierro o a la alturas, entre otras.

Sin embargo, a comienzos del nuevo milenio surgio un nuevo tipo denominado fobia social. Se trata de un miedo intenso de llegar a sentirse humillado en situaciones sociales, especialmente de actuar de tal modo que se coloque uno en una situación vergonzosa frente a las demás personas. El fobico social, tiene la idea de que las otras personas son muy competentes en público, excepto el mismo. Pequeños errores cometidos pueden parecerle mucho más exagerados de lo que en realidad son y sentirá que todas las personas lo están mirando. El hecho de estar con personas no allegadas, puede generar miedo y hasta ataques de pánico.

Del mismo modo, esta patologia se vuelve muy dificultosa en el ámbito laboral y sentimental de quien la sufre. La lectura de un discurso en público, hablar con un jefe, o aceptar una invitacion pueden ser situaciones de alto riesgo. La fobia social más común es el miedo de hablar en público. En ocasiones, la  involucra un miedo general a situaciones sociales tales como fiestas. Menos frecuente es el miedo de usar un baño público, comer fuera de casa, hablar por teléfono o escribir en presencia de otras personas, como por ejemplo, escribir un cheque.

Sin embargo, los que sufren este mal no necesariamente son personas tímidas. Pueden sentirse totalmente cómodas con otras personas la mayor parte del tiempo, pero en situaciones especiales pueden sentir intensa ansiedad.

Sin duda, nos enfrentamos ante un mal que data de hace poco tiempo, y que esta estrechamente vinculado al mundo en el que vivimos. Un mundo donde las exigencias y la inmediatez gobiernan, y donde es difícil establecer vínculos sólidos con nuestros pares. En la rutina del mundo globalizado todo en "ya" y nada puede hacerse esperar. Y no hay lugar para los que dudan o titubean, pues estos seran arrados por las maquinatia productiva.

 Creo que es tiempo de respirar profundo y empezar a vivir la vida en un ritmo mas saludable, que nos permita entender no solo lo que pasa en nuestro alrededor, sino tambien lo que sentimos.

 

Envases vacios

Crece el número de jóvenes que se preocupan por su apariencia física y que padecen de enfermedades relacionadas con la alimentación. En los últimos años, la tendencia a "verse bien" ha encontrado más adeptos entre los jóvenes de 14 a 18 años. La flacura extrema, como ideal de belleza, sumado a la necesidad de sentirse aceptados y queridos, ha acaparado a la generación de los más chicos. Durante el periodo de adolescencia, los jóvenes comienzan a desarrollar vínculos más cercanos, y a enfrentarse con un abanico de emociones. Surgen el despertar sexual y la pasión de los primeros amores. Y en ese "descubrirse a si mismos", es donde algunos se disgustan de lo que ven. No gustan de si mismos ni confían en ellos, cayendo en una seguidilla de comportamientos que creen necesarios para ser aceptados. Por un lado, el alcohol y las drogas, los ayudan a desenvolverse y a olvidarse de todo aquello que los inhibe. El consumo de ambos se ha incrementado en forma alarmante, en los últimos años, debido a esta necesidad de enfrentarse con la realidad sin temor alguno. Asimismo, la apariencia física es clave para este grupo social. Ser flaco, parece ser la clave del éxito. Y no lo dicen ellos solamente. Son los medios y la sociedad quienes fomentan este ideal. Las dietas para perder peso en poco tiempo esta a la orden del día en cualquier revista femenina del mercado. Del mismo modo, la televisión es una vidriera permanente de cuerpos desnudos y banalidades, que aluden solo al costado superficial de la vida.Actualmente, los valores y la espiritualidad se encuentran en decadencia. Las personas, son vistas como envases de un contenido que parece no tener importancia. Son pocos los que se animan a vivir la vida sin prejuicios, a decir lo que piensan y ser uno mismo. Desafortunadamente, pareciera que es mejor pasar por la vida desapercibida y seguir lo que la corriente y las modas nos imponen. Las individualidades se han colectivizado, y se ha puesto en riesgo la verdadera esencia de los hombres y mujeres del futuro.